Llamamos a la púrpura trombocitopénica idiopática (o inmune), a un trastorno de la sangre, cuya causa es desconocida. También es conocida por su abreviatura PTI.
La trombocitopénica indica que la sangre no posee las suficientes plaquetas, también conocidas como trombocitos; y púrpura, en este ámbito, alega que una persona posee exceso de hematomas.
De forma automática, cuando el paciente sufre de púrpura trombocitopénica, el propio sistema inmunológico destruye las plaquetas en sangre.
Estas plaquetas, son unas pequeñas células, que dan lugar a coágulos de sangre.
Cuando una persona está baja de plaquetas, es más fácil y propensa a tener hematomas. Sangran de una manera más prolongada. Por ejemplo, un paciente con púrpura trombocitopénica, tiende a sufrir hemorragias difíciles de controlar por las fosas nasales.
En un pequeño porcentaje de la población, se sufren hemorragias internas, como en los intestinos. Muy rara vez es cuando se causa en el cerebro.
El paciente que tenga púrpura trombocitopénica, puede ser niño, o adulto.
En los niños, generalmente suele causarse después de una gripe mal curada.
Sin embargo, en los adultos, se vuelve una enfermedad crónica. Se observa mayormente en mujeres, de edad temprana, pero cualquiera puede contraer el púrpura trombocitopénica.
Hay que destacar que el púrpura trombocitopénica no es una enfermedad contagiosa.
En el caso de los niños, esta enfermedad se trata de forma automática, sin ningún tipo de tratamiento. Por el contrario, los adultos, tardarán un tiempo notablemente mayor.
¿Cuales son los síntomas de la púrpura trombocitopénica inmune?
Los síntomas del púrpura trombocitopénica, son algunos como la más fácil aparición de hematomas.
En el cuerpo, podemos visualizar que se quedan reflejados como puntos de color púrpura, sobre todo en las piernas. Aquí, se conoce como petquia, por el sangrado bajo la zona cutánea.
Las heridas que causamos en nuestro cuerpo debido a accidentes, tardan más tiempo en detener la hemorragia.
A veces, en pocos casos, podemos observar sangre en las excreciones, o en la orina.
Hay que tener en cuenta que a causa del púrpura trombocitopénica, sangraremos de forma continua por las fosas nasales, así como en las encías.
En las mujeres, podremos notar una menstruación con mayor cantidad de lo habitual.
Todavía no se conoce la causa de púrpura trombocitopénica. Simplemente, este tipo de pacientes tienden a formar anticuerpos, que acaban con las plaquetas.
Los anticuerpos son una reacción en nuestro cuerpo contra bacterias, o virus. En este caso, los pacientes de púrpura trombocitopénica reciben ataques de los anticuerpos a sus propias células.
Para diagnosticar el púrpura trombocitopénica, es simple. Solo hará falta un exámen físico, para comprobar los hematomas o las zonas afectadas.
Sin embargo, puede ir reforzada con un exámen de sangre.
De momento, no se conoce cura para el púrpura trombocitopénica. Tampoco se puede prevenir o evitar, es una enfermedad que aparece, sin más.
Sin embargo, se puede seguir un control sobre el púrpura trombocitopénica. Si bien no se puede tratar, se puede evitar que empeore de la enfermedad, el doctor podrá recurrir a que tome ciertos medicamentos, que aumentan la cantidad de plaquetas en sangre, dando un poco de alivio a los síntomas.