Este término proviene de la Grecia clásica, se utilizaba para nombrar a alguien que enseñaba «sabiduría» más tarde se utilizó para las personas con una sabiduría general de varias temáticas.
Pero con el tiempo este término fue cogiendo una acepción negativa, al ser los sofistas personas que hacían un uso exagerado de la retórica, y comenzaron a utilizar lo que se llamo sofismas.
Un sofisma es una falacia: Algo que, en apariencia, se intenta pasar como válido, aunque en realidad es una falsedad.
Platón fue una de las grandes figuras que se manifestó en contra de los sofistas. Principalmente por sus formalismos y sus trampas dialécticas. Con palabras podían embelesar al público y tener influencia real sobre los ciudadanos de a pie, pero nunca basándose realmente en la temática que se estaba tratando de discutir.